sábado, 1 de diciembre de 2012

Ganar, perdiendo

La palabra "virtud" se antoja fuera de moda, tiene matices religiosos y cara de imposición.
Nada más ajeno a la intención de sus inventores, losgriegos.
Para los griegos la vida humana era una constante batalla contra sí mismo, entre las pasiones que nos dominan y aquéllo que nos construye como personas únicas, quienes vamos forjando el transcurrir de la vida a través de algo que se elige y se cultiva: el carácter.
El êthos del hombre es su daimon... afirmó Heráclito: el carácter del hombre es su destino.
No se nace con un carácter, se forja... y si bien nuestros primeros educadores contribuyen en gran medida a forjarlo, al final del camino es la propia conciencia la que nos permite cultivar lo que realmente somos.
La virtud no está en hacer algo perfecto, sino en el esfuerzo por hacerlo cada vez que la vida nos lo pide; la excelencia no es una meta, es una forma de vida consciente y que se refleja en la complejidad de lo que cada quien es.
Muchos nos dejamos llevar, en un momento o en otro, por la hubrys, la suficiencia, la arrogancia... la idea de que hemos llegado a la excelencia... y que no necesitamos más.
La hubrys se opone a la virtud, porque representa la pérdida de enfoque sobre lo que es el bien, el propósito de lo que hacemos; los peores errores - sobre todo aquéllos que terminan por afectar nuestra reputación - provienen de esa pérdida de la conciencia de que a la vida se le responde a cada momento, y que la virtud es una elección consciente.
Hoy, nos ganó Monterrey... pero ganaron mal, y no digo que hicieran trampa, simplemente se aprovecharon de la ventaja y el reglamento para frenar el juego... ganaron, sí, pero perdieron porque le perdieron el respeto a sus rivales y manipularon las circunstancias
Algunos podrán decir que estaban en su derecho, yo digo que utilizar las reglas pensando en mantener el marcador es corromper el sentido del juego... porque solo estaban pensando en mantener el numerito, su ventaja... no en el público, no en el juego... no.
¿Cuántas veces en cuántos momentos de la vida observamos este mismo comportamiento en los negocios, en los juzgados, en las relaciones interpersonales?
Todos los días... y nos quejamos; también nos quejamos de la falta de respeto, y del abuso... pero sucede que hemos dejado de pensar que el otro también cuenta, y que solo importa que se satisfagan nuestras necesidades.
Tengo que decirlo, me dio más pena el comportamiento de los borregos del Campus Monterrey, que la reacción de la tribuna del CEM, porque esos dos minutos de arrogancia echaron a perder una ventaja bien ganada... le faltaron el respeto a sus rivales, y no les importó...
Ganaron, pero perdieron... y lo peor... mostraron su carácter y lo echaron todo a perder.

A mis borregos... los del CEM, a quienes tengo el privilegio de encontrar en clases... ¡bien jugado chavos! hay quien piensa que "ganar es todo", yo pienso que ganar con virtud es lo único que muestra la excelencia.

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