sábado, 10 de mayo de 2014

"Día de la madre: todo el día"

Así dice el recuadro de mi computadora con sistema "Windows 8", en el extremo inferior izquierdo de la pantalla.
Yo diría que el trabajito es de 24x7, durante 365, más el día extra del año bisiesto. Y que en estos tiempos de los métodos de planificación familiar, me metí por propia voluntad en él, sin mucha idea de lo que resultaría.
También diría que hoy, en medio de toda la parafernalia de flores, serenatas, comidas, embotellamientos (de todo tipo), crisis existenciales, problemas de conciencia y demás... tal vez habría que detenerse a pensar en algunos asuntos relacionados con los compromisos de la generación de padres y maestros (aprovecho la cercanía de la fecha) en relación con los hijos y alumnos.
Hace poco encontré una película en la televisión de paga, que nos desnuda muy bien como los padres que somos, en inglés se titula "Carnage" (sí, carnicería), en México le pusieron el neutral y repetitivo título de "¿Sabes quién viene?", y - según Wikipedia - en España la titularon "Un dios salvaje". La trama se parece mucho a la vida cotidiana... un chamaco le rompe la cara a otro chamaco en un pleito - de chamacos - en el parque. Los padres optan por tener un "civilizado" encuentro para hablar del asunto de los hijos - autoridades aparte (los niños en cuestión rondan los 11 años), y el resultado es una muy interesante trama en donde los adultos exhiben algo que a todos los padres debería ponernos a pensar... los hijos no son nuestras extensiones, ni quienes van a llevarnos a vivir de nuevo aquéllo que, mirando para atrás, hubiésemos querido vivir.
Hasta después de muchos años, hasta que nacieron mis hijos; hasta que viví la primera impotencia que uno tiene como padre... entendí aquéllo que escribió Gibrán Jali en "El Profeta":
"Vuestros hijos no son vuestros,
Son hijos del anhelo de la Vida.
Son concebidos a través de vosotros, más no de vosotros,
Y no obstante vivan con vosotros, no os pertenecen."
¿Qué nos corresponde ante una persona que está destinada a hacer su propia vida?
Equiparlo con las mejores herramientas y enseñarle a utilizarlas... y confiar en que sabrá como hacerlo.
Tal vez sea un rasgo muy humano, porque si no lo fuese, los psiquiatras y psicólogos no tendrían tanto trabajo, el querer extendernos a través de las personas que llegaron a la vida a través de nuestros cuerpos... o nos los topamos en el camino, y decidimos acogerlos en nuestros brazos; pero no somos dueños de ellos, no son nuestra representación, ni nuestra segunda oportunidad, son parte del misterio de la Vida que se cuela a través de nosotros, y del significado de la amorosa tarea de equiparlos para que sean lo que ellos mismos están llamados a ser.
Nos hace falta mucho por aprender de nostros mismos para soltar la idea que controlando a los demás o controlando los fenómenos que nos rodean encontraremos una vida plena... ejercer la tarea del adulto hacia el niño o el joven significa aprender a soltarlos.
"Sois el arco del cual vuestros hijos son disparados cual saetas vivientes."





(Esta foto la saqué de la edición de 1964 de "El Profeta", que me robé de la biblioteca de mi Tata hace más de 35 años, y de la que mi hijo se apropió el día que visitamos en el Museo Soumaya una exposición sobre Jalil Gibrán. Otro día hablo de la costumbre Rocha de robarse los libros... que es parte de las tradiciones familiares.)
Mientras tanto, a todas aquéllas y aquéllos a quienes se les "coló" el anhelo de la vida, o se tropezaron con él y lo abrazaron... incluso a los que han abrazado temporalmente a los hijos de otros, les mando un abrazo y todo mi cariño... ¡Besos! ¡Feliz día, todo el día! ¡Encuentros con la felicidad todos los días!