La vida es movimiento, cuando terminas un ciclo, comienza otro.
Y aún si no te has propuesto comenzarlo... la vida te lo comenzará.
No he tenido tiempo de asumir un nuevo ritmo de trabajo cuando comienzan a surgir un asunto tras otro.
Tus relaciones, tus responsabilidades, el carro descompuesto, el esfuerzo por encontrar los medios para resolver el problema... el cuento de nunca acabar.
Y aún en medio de todo esto, hay tiempo para transformar las cosas, no como ellas la demandan, sino marcando un rumbo propio.
Esa es la función de la inteligencia, ponerte en diálogo con lo que sucede, para que puedas tomar las mejores decisiones... qué es lo importante, qué es lo urgente, qué es lo que vale la pena conservar y lo que hay que dejar atrás, perdiendo el miedo a que eso que te parece tan importante para tu vida, lo olvides...
Nunca olvidas lo verdaderamente importante, tarde o temprano la vida se encarga de traer a la memoria eso que te ha convertido en lo que eres hoy.
Luz
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