martes, 31 de julio de 2012

"Baby boomers"

La tribu formada por mis hermanos y su servidora pertenecemos al último coletazo de los "baby boomers" - nacimos entre el 62 y el 71 - somos 6 y vivíamos en un mundo que le temía a la "Guerra Fría" pero confiaba en el despegue económico que nos trajo el "Desarrollo Estabilizador"... hasta que se fué López Portillo con toda la abundancia por el caño.
A esas familias tan optimistas, que no tenían ni aspiraban a todo lo que ahora tienen y aspiran - más bien aspiramos y tenemos - la mayoría de los traqueteados clasemedieros mexicanos... les alcanzaba para mandar a toda la dinastía a "escuela de paga", aunque no todos podíamos ir a Disneylandia... los más afortunados tenían cable, nosotros una temporada solo tuvimos una tele en blanco y negro (¡de bulbos!) que un día se descompuso y nos dejó dos meses con tardes que tuvieron que llenarse de algo creativo...
Pues bien, esa familia pasaba las vacaciones - la mayoría de las ocasiones - en Chapultepec, en el Parque Rosario Castellanos que tenía juegos de troncos y cuerdas... y otras, en los museos ... el Nacional de Historia y el de Antropología... y me acuerdo... no se paraban las moscas... por lo menos, uno podía andar por el museo sin hacer cola para entrar ni sentirse asfixiado por las multitudes. Nunca tuvimos que ir a un museo para ir a copiar las fichas, porque - ¡ay Dios! - mi mamá consiguió que los museos nos parecieran entretenidos y que nos gustaran (hasta la fecha).
El comentario viene a colación, porque con mi hijo hago (¿o hacía? ¿ya creció?) mis buenas excursiones a museos, y descubrí que no hay mejor hora para asistir que entre semana, fuera de horario de vacaciones, a las 2 o 3 de la tarde... porque hay pocas personas.
Pero no contaba que estamos en vacaciones, y que la exposición de armaduras samurai que queríamos ver la inauguraron apenas el jueves pasado... bueno, a las 3 de la tarde, había cola ¡para entrar al estacionamiento!
Yo le saco a hacer cola y entrar en procesión... prefiero, darme otra vuelta, una vez que los hijos regresen a clases y comprobar si mi previsión de horarios es correcta.
Mientras me seguiré preguntando ¿será que ya somos muchos y los pocos interesados en los museos incrementaron en número? ¿será que es más barato que el cine llegar con los chamacos al museo - con sus credenciales de la escuela - para entrar gratis? o ¿será que ya nos estamos volviendo más informados y queremos compartir el patrimonio cultural propio y del resto del mundo?
Si la respuesta es afirmativa a la última pregunta... por favor, no le atribuyan el mérito a la Profa. Gordillo...

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