miércoles, 16 de octubre de 2013

Efecto "Buonarroti"

No sé si le estoy robando el título a alguien que ya lo inventó, pero viviendo y pensando en lo que va sucediendo mientras transcurre la vida, me doy cuenta que los imposibles y deprimentes momentos que me generan problemas por pensar en "imposibilidades" de resolver, en realidad se resuelven poco a poco.
Vivimos en un mundo donde - si me permiten la metáfora beisbolera - siempre se espera que peguemos hit con cada bola que nos dirigen; no solo esto, que siempre SIEMPRE nos toque batear home-run.
Sin embargo - y sigo con el beisbol - el chiste del juego es enfocarse e intentarlo, y en ocasiones uno se puede ir en blanco... así es la vida en cierta forma.
Paso ahora del beisbol a Buonarroti... si, suena bizarro, pero si se piensa en las exigencias de sacar las cosas a la primera, no equivocarse, hacerlo perfecto... hay lecciones que aprender de la vida de Miguel Ángel, quien se consideraba esencialmente escultor.
(Paréntesis, a Charlton Heston le perdono su absurda defensa de los rifles única y exclusivamente por dos papeles... el de "Marabunta" y el de Miguel Ángel en "La agonía y el éxtasis", particularmente este último).
Una de las ideas que trascienden de la vida de Miguel Ángel es aquélla que sus esculturas ya estaban dentro del bloque de mármol, y su trabajo se enfocaba en hacerlas surgir de la piedra.
¿Qué se necesita para ello?
Paciencia, enfoque, coordinación y flexibilidad.
Uno no se abalanza sobre la piedra para imprimirle toda la fuerza de la que es capaz, cincelar implica medir el golpe, encontrar el ángulo y hacerlo poco a poco... una tarea a la vez, un objetivo a la vez.
Corregir, respirar profundamente, seguir, pensar, detenerse, regresar, etc.
La tarea educativa es muy semejante, primero uno tiene que creer en las capacidades de la persona - la mejor versión de uno está adentro - en la posibilidad de razonar, elegir y actuar, en la medida de sus posibilidades.
A veces, tendemos a ver a los más jóvenes como inexpertos, les decimos cómo actuar, exigimos resultados pero no tenemos la paciencia de incidir paso a paso, y esperar un resultado a la vez. Exigimos hit y home run, y ni siquiera les hemos enseñado los trucos del juego, o esperamos que se los aprendan de golpe, y de golpe los pongan en práctica, cuando lo que hay que hacer es educar paso a paso... hasta que se consigue el resultado... que la persona piense y actúe por sí misma.
Si bien, no puedo cantar victoria, sé que vamos un día a la vez y meta por meta, no todas al mismo tiempo.
La verdad, es que esto no se aprende tampoco en un día, y de golpe... hay que poner en práctica, paciencia, perseverancia y ante todo respeto... respeto a lo que es la otra persona, con la profunda convicción de que lo único que lo convierte en un ser autónomo es precisamente el dejarlo pensar por sí mismo.
Hacer surgir la figura de la piedra, como las esculturas de Miguel Ángel.



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