viernes, 14 de junio de 2013

El bote es el lugar para la basura

Para Aixa

Alguna vez le escribí a una amiga una nota que decía esto, precisamente, el lugar para la basura es el bote.
Sin embargo, hay ocasiones en donde me tropiezo con la basura, y francamente se me olvida que debo depositarla en otro lugar. Para ello, el primer paso es reconocer a la basura como basura y elegir ponerla en su lugar.
Profundizando un poco, ¿qué significa esto?
Los seres humanos somos generadores de todo tipo de basura, y no me refiero únicamente a envases de PET o empaques de cartón, o cualquier otro tipo de desechos; me refiero a la basura existencial... aquéllas emociones, actitudes, sistemas cerrados de ideas, prejuicios, que nos obstaculizan el pensar y emprender acciones creativas en muchos sentidos.
La cuestión es que muchas veces solo percibimos las dimensiones, pero no somos capaces de identificar la basura como tal, ni tomamos decisiones al respecto.
Me queda claro que la basura no puede ignorarse; incluso me atrevería a decir - tanto con la basura física como la existencial - que es una cuestión de administración y liderazgo... aquél que quiera llegar a alguna parte, tiene que reconocer que hay basura - ya no digo obstáculos - basura en su camino, y tomar una decisión de donde ponerla.
La basura no puede simplemente cambiarse de lugar, debe separarse y quedar contenida en alguna parte: el bote, el relleno sanitario,  particularmente en el sistema personal de alertas en donde se deposita para ser reciclada - en un momento dado - como una dosis de "ubicatex", indispensable para combatir la arrogancia.
La ley de la conservación de la materia nos dice que no puede simplemente desaparecerse; y si no se puede desaparecer - porque se convierte en otra cosa - tampoco puede ignorarse.
Por lo tanto, concluyo que una cualidad del liderazgo es tener la capacidad para reconocer la basura y la voluntad de colocarla en el lugar apropiado... nunca hacer como si no existiera, porque al final, la basura que se acumula y se ignora termina por sepultarnos.


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