sábado, 17 de noviembre de 2012

Chanel No.5

Todo fué ver esa imagen de Brad Pitt en blanco y negro, haciendo los ojitos, como esos ojitos que a más de una (incluída la presente) le hacen que le den ganas de gritar "siiiiii.... lo que quieeeeeeraaaaas papacitoooooo"...

Luego el discurso... que a mi me puso a pensar ... "La Angelina esa, ¿que le dará?... porque a mi me encantaría tener alguien que se expresara tan públicamente así sobre mí"...

El comercial termina, y uno se entera que Mr. Pitt está en un comercial que durante muchos años fué exclusivo de divas del cine, como Catherine Deneuve o Nicole Kidman, o anéctoda de la leyenda más sexy del cine: "Para dormir me pongo unas gotitas de Chanel No.5"... (supongo Marylin no tuvo que gastar una vez más en su vida para comprarse un frasco del dichoso perfume, porque seguramente más de uno - a quien no le alcanzaba para los diamantes - tuvo el gusto de regalárselo).

¿Vale la pena el perfume como para que pasemos de las historias cinematográficas y los discursos femeninos a un comercial en blanco y negro, con la mejor carita de Brad Pitt, declarando "a donde vaya, allí estás, mi suerte, mi fe, mi fortuna... Chanel No.5, inevitable"?

Inevitable que una le de un zape al sujeto que tiene al lado, y el pobre sin saber porque termine regañado porque nunca se le ha ocurrido comprarle de regalo a la dueña de su corazón un frasco de Chanel No.5, auténtico.

Y es que, el perfume que ya cuenta con 80 años y que por ahí algunos quisieran prohibirlo por contener sustancias que pueden causar alergias, es efectivamente no solo una leyenda, contiene una huella difícil de borrar de la memoria.

Antes, cuando el mundo no era tan global, había que salir del país y pasar por el "Duty Free" para que el señor le comprara un Chanel No.5 a la señora, quien la guardaba para usarla únicamente en ocasiones especiales... eso hizo mi padre, un par de veces en los 51 años que lleva casado con mi madre, y puedo apostar que mi madre se terminó el perfume, pero guarda los frascos ...

Lo que yo recuerdo es el aroma del perfume... cuando uno produce un perfume que se convierte en película, en libro, en comercial en blanco y negro con Brad Pitt, pero sobre todo en una huella en la memoria, es que algo tiene... hay que leer un poco o un mucho de la biografía de Mlle. Chanel para averiguarlo.

Pero ante todo, señores, hay que aprender que ese perfume en particular no es para que una se lo compre (por muy bien fondeada que esté en la vida); el Chanel No.5, es para que usted vaya a la tienda, invierta en el perfume e inicie el proceso de seducción... porque así como difícilmente puede resistirse una a una carita como la de Brad, a una declaración que le dice que una es "su suerte, su fe y su fortuna"... se necesita estar muy enojada, o ser una ultra-mega-archiquerecontra cabrona - para dejar a un lado la maravillosa ceremonia del encuentro entre dos que promete el perfune ... así que, ¿qué rayos está esperando?... a las que tenemos arriba de treinta no nos interesa el perfume de Lady Gaga, ni la foto de tantos hombrecillos trepándosele a la "diva"...

(Y como algunos no perdonan... luego luego tenemos más de una versión del comercial que le puede servir de consuelo si ya se decidió a invertirle al perfumito, se la comparto).

No hay comentarios:

Publicar un comentario