domingo, 26 de enero de 2014

Tenga para que se entretenga

Compré "El principio del placer" en la Comercial Mexicana, me costó $3790.00 de los de muy antes; sin duda, eran otros tiempos, los libros de la editorial Joaquín Mortiz se vendían tanto en librerías como en supermercados y podías conseguir ediciones interesantes junto con el jamón y el detergente, sin que tuviesen que hacer convenios con la librería Gandhi... aunque bien a bien, no me acuerdo en cuál Comercial Mexicana pude haber comprado el libro, y sé que lo hice porque todavía tiene la etiqueta.
De ese título en particular, me llamó la atención el cuento titulado "Tenga para que se entretenga", una historia de misterio, ambientada en ese rincón del Bosque de Chapultepec que mira hacia Constituyentes y Avenida Chapultepec, rumbos por los que me gustaba andar cuando me comisionaban para hacer algunos trabajos en mi servicio social... tiempo ha, particularmente por esa sensación de tocar el pasado, y dejar por ahí algo del presente.
También recuerdo que compré - en primera edición - "Las batallas en el desierto" en una Librería del Sótano  que ocupaba un galerón frente a la Alameda, después de que fue expulsada de las ruinas del Hotel del Prado, en el terremoto del '85. La historia de Carlitos y su imposible batalla contra los prejuicios reafirmaron mi convicción de que uno no tiene derecho a juzgar al otro basándose en sus prejuicios... actitud que hasta la fecha me puede hacer pasar por ingenua, aunque yo prefiero considerarme empática.
Soy adicta a la literatura, para mí la experiencia de leer pasa por dejarme arrebatar por la historia, seguirla, imaginar el personaje, calcular su dimensión humana; por un lado, me alegra no haber estudiado literatura, porque me hago bolas con el análisis, la mimesis, la gramática... para mi como se pusieron los ladrillos no es muy relevante, mientras el edificio tenga forma, tenga calidez, atraiga, te llegue al corazón, y después tal vez al cerebro... aunque no necesariamente.
... como José Emilio Pacheco, yo también daría la vida por diez lugares de mi patria...

"... cierta gente,
puertos, bosques de pino,
fortalezas,
una ciudad desecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas,
- y tres o cuatro ríos."

José Emilio Pacheco, Alta traición.



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