sábado, 22 de noviembre de 2014

Sugerencias no solicitadas

Señorita Sofía:
No tenemos, ni remotamente, el gusto de conocernos, pero déjeme decirle que me apena mucho que sea el objeto de tanto escarnio por parte de algunas personas, debido - entre otras cosas - a situaciones que no eligió, como ser hija e hijastra de quien es.
El que haya elegido una carrera en el medio artístico en este momento, y que aparentemente sea tan exitosa (yo sé, no lo hurta, lo hereda, no sé si la capacidad o las palancas en el medio "artístico", que más bien es mediático en México), en fin todo esto - su carrera y su necesaria exposición al público -  la está metiendo en problemas porque - tenemos que ser sinceros - le hacen preguntas y le increpan por cosas de lo que usted no es responsable.
Le sugiero algo... no insista en seguir los pasos de su mamá en cuanto a la carrera en Televisa, mejor aproveche que va a vender la casa de la discordia y pídale que le pague cuatro años en Julliard, o en Actor's Studio, o en Londres ... ahí sucederán dos cosas: la tratarán como una del montón y tendrá oportunidad de darse cuenta de qué madera está hecha.
Igual y nos sale excelente actriz, a lo mejor no llega a ganar lo que ha ganado su señora madre, pero tal vez pueda darle a conocer a todo el mundo que usted vale por lo que es y no por llevar, debajo del Castro-Rivera, el apellido de Televisa.

Señora Angélica:
Me da mucha pena que acepte que la pongan por delante para salir a defender algo que no es defendible... el conflicto de intereses... veo con mucha tristeza, que de nuevo la están utilizando, aunque - para ser honestos - la utilizaron desde aquélla campaña de los 300 compromisos, fue una muñequita de lujo en esa esa boda tan "austera" que tuvo, y aceptó ser la señora de la casita blanca y darle una entrevista al "Hola"... para después aparecer solo cuando se lo permiten.
No niego que usted sea una persona inteligente, es más, tanto respeto su inteligencia que le pido que recupere un poquito de su dignidad... si su marido se deslinda del asunto de la casa, la echa por delante, reconociendo en esto la "separación de bienes", pues le sugiero que se busque otras causas - que no sean las del "Canal de las Estrellas"-  hable con su propia voz y salga de vez en cuando a la calle para mirar a las personas... dese una vuelta por una casa-hogar, un ministerio público, la cárcel de mujeres, el hospital infantil "Federico Gómez", una sala de emergencias, un asilo de ancianos... y platique con la gente.
Si esto la saca de su zona de confort y la impulsa a hacer algo, utilice el status que le da ser la esposa del presidente para tener voz propia... tal vez le ayude más a mejorar su imagen que el hecho de prestarse para dar esos mensajes que solo sirven para echarle más gasolina a la lumbre, y que tienen consecuencias incluso con quienes usted pretende proteger, como son sus hijas, a quienes muchos sin duda seguirán increpando solo por el hecho de ser sus hijas; mejor procure buscar cierta simpatía entre la ciudadanía y cuídelas.
Por cierto, si a los seis a su cuidado los lleva con usted a esos lugares, seguro que su perspectiva va a cambiar, y a lo mejor consigue que se conviertan en buenas personas, no un "mirrey" o una "lady" de los que tanta gente está harta. 
Por cierto, y esto es parte de la sugerencia no solicitada, lea un poquito, busque alguien que la ilustre sobre la vida de María Antonieta de Austria y la Revolución Francesa. Le sugiero el episodio del collar de diamantes... a ver si por ahí encuentra algunas pautas para contrastar con la realidad y decide actuar con prudencia, sensibilidad y solidaridad ante una situación que la requiere.
Porque en estos momentos usted no puede convertirse, ni sus hijas, ni su casa, en los objetos del disgusto de la situación actual.
Por último, por favor, que las personas que trabajan con usted sean discretos y al mismo tiempo asertivos... el que todos ignoren al elefante en la sala, no necesariamente va a hacer que desaparezca.

Atentamente,
Luz Castillo

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