Para Sheilla y Christian
La luz es lo que nos permite darnos cuenta de lo que nos rodea, lo bello, lo que destrozamos, lo que nos obliga a transformar el espacio y transformarnos a nosotros mismos cuando vemos las imágenes que nos devuelve el espejo y tomamos decisiones.
La luz matiza el paisaje, y con ello convierte en emoción lo que a primera vista resulta cotidiano.
La luz, al colarse por las grietas del espacio obscuro, nos devuelve la esperanza.
Y la luz, como la Vida, se nos cuela y se nos planta enfrente en el momento menos pensado... convirtiéndose en un misterio gozoso.
Y - como diría el piloto de "El Principito" - cuando uno está delante de un misterio, no queda más que rendirse ante él... y hacer lo que nos pide.
Si la Vida se filtró de manera inesperada y planto una semilla de luz en tu interior... disfruta el misterio, habla con él, acúnalo en tu vientre ... llegará el día en que lo tengas entre tus brazos... y comience su jornada para brillar con luz propia.
Por lo pronto, esa semilla de luz ya forma parte de tu sonrisa.
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