sábado, 18 de agosto de 2012

LA ZONA

Así, con mayúsculas. No, no es la dieta, ni la película... Es la zona de confort, esa en donde por motivo de la "ley del menor esfuerzo" nos gusta quedarnos por laaaaaaargooooooo tieeeeeeeempooooo, pensando que al menos tenemos la certeza de que estamos y seguimos jodidos... Pero al menos estamos.

Sorpresa, la vida en "la zona" no es gratis. Tarde o temprano te llegará el recibo de la renta, y después la notificación de embargo y expulsión... No mandan ni notarios, y ya para cuando te diste cuenta, estás en la calle y todos los pendientes son urgencias.

Pinche "zona".... Uno vive allí tan jodidamente a gusto.... Finca su identidad en la vida y se hace güey con las boletas de renta hasta que literalmente, las condiciones que genera la negligencia terminan por provocar una violenta expulsión hacia la realidad, la de a "deveras", y en tales condiciones ni tiempo hay para sentarse a llorar en la banqueta.

En ese momento, con cobradores, actuarios y en pleno embargo descubres algo para documentar el optimismo:Que puedes resolver las cosas, que los pretextos que esgrimías para justificar tu vida adentro solo te han hecho aumentar de peso (literal) y que los recursos que tendrás que emplear para reparaciones exceden significativamente a aquéllos que pudiste invertir actuando en el momento en que se requería. Reparar siempre sale más costoso que prever.

¿Cómo mantenerse fuera de la tentación del confort?  Con conciencia... Y voluntad.... Creo que ambas consiguen que uno se mantenga en forma.

Ya lo dijo Sócrates... "solo una vida examinada (auto-examinada) merece ser considerada como tal"

viernes, 17 de agosto de 2012

El túnel del tiempo

Mi vida está llena de túneles o cápsulas del tiempo. Todos esos papeles que se van acumulando, que se revisan de vez en vez, y que irremediablemente te regresan al pasado... Mis cajas de papeles... Arranques de desesperación, dibujos de aburrimiento, poemas de... Poemas y ya...
Hasta cuentos. Tiempos en los que no tenía otra forma de salir de mi misma, simplemente escribiendo.

Ayer mi madre me obligó a meterme en mis "cajas", estaba buscando algo que no estaba allí y por fortuna no se tomó la molestia de descifrar todo aquello que he guardado por años... Mi propia historia, que irremediablemente es mia, de la que voy dejando constancia y a la que de vez en cuando regreso para darme cuenta que la vida sigue, y no es la misma... Todo cambia.

miércoles, 15 de agosto de 2012

La montaña rusa

Hay periodos en la vida que se parecen a la montaña rusa... sube, baja, gritas, ni cuenta te das, y ya se terminó el recorrido.
En realidad, nunca me he subido a una montaña rusa, lo más extremo que he llegado fué el "ratón loco" de la feria de Chapultepec, versión hace muchísimo tiempo...  el pavor que le tengo a la sensación de vértigo y mi terror a los espacios vacíos son motivos suficentes para mí.
Sin embargo, hay temporadas en que la vida es muy parecida a la montaña rusa... ni sabes cómo le hiciste para llegar a un determinado punto, pero llegaste.
Me doy cuenta que no he escrito desde hace rato... pero es que en realidad no me he dado la oportunidad, tengo que concentrarme en lo que me pide el presente para responder, responder, responder... uf, y solitas van llegando noticias y oportunidades... pero me llegan tan metida en otros asuntos que me da poco tiempo para festejarlas, a pesar de que representan algo que estuve buscando mucho tiempo... un trabajo estable.
Sin embargo, creo que todavía tengo algunos hilos que amarrar en esta estabilidad... los mismos hilos que he estado amarrando desde antes de que este periodo de vacaciones (de mi hija) comenzara.
Esto quiere decir que tal vez no termina el recorrido de la montaña rusa... siempre - que recuerde - hay un momento de calma, antes del último jalón...






jueves, 2 de agosto de 2012

Cuando fui burócrata

No cabe duda, la vida se toma sus revanchas... y te pone frente a situaciones que retan tus defectos, o redimen tus pecados.
Me explico:
Mi primer trabajo lo desempeñé en una oficina de "Administración de la Información" que dependía de la dirección de Servicios Escolares, en una institución de educación superior. A mi, que tiendo al caos me correspondía desempeñar trabajo de rutina, organizarlo, estructurarlo, negociar,validar, pero fundamentalmente, me tocaba controlar.
Y esto me tenía en el centro de la burocracia institucional, porque uno de los trabajos de la burocracia es asegurar la uniformidad en los procesos... y a veces por asegurar la validez de lo que sucede fuera del papelito, uno inventa requisitos de información ad nauseam... lo admito, yo hacía eso, inventaba requisitos, diseñaba procesos y algunos de estos han trascendido (con 20 años de distancia), y curiosamente siguen generando los mismos niveles de estrés de aquéllos tiempos.
También debo señalar que el enfoque de- tan de innovación cuando estuve en la universidad - y el conductismo que profesaba uno de mis profesores en la universidad tuvieron mucho que ver en que yo me sumara a la tarea de intentar que todo lo que tuviera que ver con buscar comportamientos uniformes se desglosara a niveles de detalle a uno que no tiene alma de progamador de sistemas ni la precisión de un relojero, pueden fundirle las neuronas por mero estrés.
Esto sucede porque en el fondo de mi hay una persona que de haber podido sería hippie, quisiera invitar al caos a que formara parte de vida (y vivir muy contenta con esto), pero mi educación es muy fresa para optar por algo más relajado... y entre una parte que me jala al caos y otra que me requiere orden, donde casi siempre gana el súper yo; como a veces uno tiende a actuar de manera opuesta a lo que realmente aspira,  supongo que tanto control tenía que ver con esta actitud de pedir tantos datos, y controlar tanto los procesos.
Todo esto surge porque el trabajo que debo entregar hoy, con el nivel de detalle que me piden rebasa todo lo que pudiera imaginar en mi momento más retorcido para controlar (perdón, supervisar) un trabajo en donde se debe asegurar un comportamiento uniforme... ¿Tiene algún propósito este nivel de detalle cuando me toca trabajar con conceptos como la libertad, el diálogo y llevar a los alumnos a reflexionar sobre lo útiles que resultan para tomar buenas decisiones en la vida y ser responsables?
Irónico... sin duda.
Solo para anotar, ya hasta en Hacienda se dieron cuenta que para que las personas paguen impuestos, tienen que hacerles más fácil el registro, y el pago... y parece que ahí la llevan (bueno, si de todas maneras vas a darle un trancazo al contribuyente, se agradece cierto nivel de decencia).
Pero como hay justicia en esta vida, supongo que hoy me tocó descubrir que pedir demasiado para asegurar que otro lleva a cabo un buen trabajo es rasgo que refleja el nivel de confianza entre unos y otros.